consejos de supervivencia para el primer embarazoLlega un momento determinado en que las parejas tienen la necesidad, la urgencia y el deseo de convertirse en padres. El "nosotros" quiere ampliarse un poco y la sabia biología impulsa, una vez más, la multiplicación de la especie. Es decir, la pareja queda embarazada.

La primera impresión es de incredulidad. Después de ocho test de embarazo caseros mirados y remirados, los futuros papás se contemplan entre asustados y arrobados. ¡¡Un bebé!! Se juran guardar silencio hasta el tercer mes, por aquello de que las primeras semanas son muy delicadas, pero la felicidad y la emoción hacen que lo sepa todo el mundo a los quince minutos. Ella se acaricia la panza instintivamente, él se siente muy hombre y muy protector ¡¡Un hijo!! Es entonces cuando comienza el viaje más increíble hacia la paternidad… los primeros nueve meses de embarazo.

Consejos de supervivencia para el primer embarazo
• Tu esposa no se ha vuelto de cristal. Puede andar, correr, levantar pesos moderados y hacer vida normal mientras no haya contraindicaciones médicas. Que esté embarazada no supone que esté enferma. Un embarazo es un proceso normal que requiere de cuidados de control médico para que ambos, mamá y bebé, estén bien. No hay que hacer nada diferente, ella está bien.
 
• Tu esposo no es Superman. No puede hacer todo y entender cada una de tus variaciones de humor, aún no está entrenado. No puede, el pobre, saber cuándo tus hormonas suben o bajan y cómo se distribuyen. Tu esposo solo cuenta con el amor que te tiene para afrontar el hecho de que te has convertido en la incubadora humana más linda. Tenle paciencia, está muy despistado y un poco asustado. Necesita aprender poco a poco y no tiene indicadores claros de qué está pasando.

• No te dejes engañar, si ha engordado 5 kilos y está embarazada de 9 semanas… no es el bebé. Tu esposa va a tener cambios drásticos en su imagen. Pero va a ser muy paulatino los primeros meses. Recién en el cuarto mes vas a poder acariciar una pancita incipiente y redondeada. Si tu esposa está engordando muy rápidamente es porque está comiendo de más, quizá está ansiosa o asustada. Ayúdala a seguir una dieta saludable porque, en un embarazo, no hablamos solo de estética, sino de salud. Demasiado peso puede traer problemas aparejados para el bebé.

• No la dejes sola. Transitar un embarazo es un momento muy emocional y muy sensible. Una esposa embarazada es más permeable a la soledad. Explicarte qué siente es complicado. Está feliz y plena porque lleva un ser humano, fruto del amor por ti, en su panza. Pero, al mismo tiempo, está aterrada y se siente extraña. Su cuerpo no es más su cuerpo y es responsable por otra vida que crece a sus costillas. Te necesita. Necesita saber que estás ahí para ella. Acompáñala a cada estudio médico.

• No lo dejes solo. No puede compartir contigo más que lo que tú le cuentes. Invítalo a cada estudio médico, comparte con él lo que vas sintiendo y lo que vas aprendiendo. Deja que toque tu panza, que hable con ella, aunque te parezca infantil. Él intenta conectarse con ese hijo que solo puede imaginar. Tú llevas ventaja, puedes sentirlo aletear dentro de ti y, muchas veces, no dices nada y lo disfrutas en silencio porque es tu universo con el bebé. Compártelo con tu esposo.

• La pareja, los dos, están en un camino nuevo. Hablamos del primer hijo, la primera experiencia. Es un sueño para los dos. Tienen que aprender juntos y aprender a tolerarse y reforzar su nexo. Son las últimas oportunidades solos. No está de más, si la mamá se encuentra bien, que hagan un pequeño viaje o esa actividad que deseaban hace tanto tiempo. Compartan, creen recuerdos hermosos para rememorar después. La llegada del niño cambiará todo. No para peor, pero lo cambiará . Esta es la oportunidad de aprovechar un poco más el uno del otro.