como podemos ser mas consistentes en la disciplina de nuestros hijos Prueba los siguientes consejos de expertos en disciplina para ayudarte a mantenerte firme en tu propósito:

1. Elige tus prioridades. Si quieres solucionar todos los problemas de disciplina de una sola vez, te agobiarás demasiado y no lo lograrás.

O sea que elige sólo uno o dos y dedícales toda tu atención y empeño. Podrías, por ejemplo, empezar por combatir la mala costumbre de lloriquear, o contestar de mala manera, o concentrarte en acabar con las rabietas. Ponte en guardia para atacar estos comportamientos siempre que surjan. No te rindas ni cambies de opinión. No recompenses las malas conductas.

2. Prepárate para una larga lucha. Típicamente, tardarás unas tres semanas en corregir una mala conducta. Ponte en el lugar de tu hijito: "Antes yo no tenía que poner la mesa hasta que mamá no empezaba a llorar. Ahora tengo que hacerlo a la primera vez que me lo dice. No entiendo". La conducta de tu niño cambiará, pero probablemente el cambio no llegará tan rápido como a ti te gustaría.

3. Escríbete recordatorios. Déjate apuntes que digan, "No discutas" o "Busca la cooperación" o "No te rindas ante sus súplicas". Puede parecerte una tontería, pero estas notas ayudan muchísimo, sobre todo si las dejas a la vista. Y haz también un letrero especial que te recuerde las "3 Cs" de la disciplina: "Calma, Consistencia, y Cariño". De ahora en adelante, éste será tu mantra de mamá.

4. Busca una buena ocasión. En lugar de caer en la tentación de aplicarle un "tratamiento de emergencia" justo antes de una gran fiesta o de las festividades de fin de año, elige una época más estable y predecible, y tendrás mucho más éxito. Todos en la familia van a necesitar tiempo, orden y un periodo con la menor cantidad posible de estrés para poder poner en práctica la consistencia, ¡sobre todo tú! Por lo tanto, no te aventures a empezar un nuevo plan de conducta justo antes de que nazca un hermanito o que empiecen las clases, o durante un cambio de residencia.

5. Recuerda que habrá resistencia. Tu hijito te desafiará por más consistente que seas. O puede que al principio responda bien y en seguida regrese a su conducta habitual. No te desesperes, porque esta forma de ponerte a prueba es normal. Una vez que las aceptes, estas regresiones temporales en su comportamiento se te harán menos frustrantes, y podrás seguir con tu plan.

6. No trates de hacerlo todo tú sola. Cuando decidas emprender tu marcha hacia la consistencia, recluta a ayudantes: tu pareja, los abuelos, profesores, personas que cuidan a tu hijito y hasta sus entrenadores deportivos pueden ayudar a solucionar los problemas de conducta de tu niño.

7. Suelta un poco la rienda, pero hazlo intencionalmente. Las inconsistencias accidentales (como cuando estás demasiado ocupada o entretenida para hacer cumplir las reglas) le transmiten a tu niño el mensaje de que esa norma no es tan importante para ti, y eso predispone a tu niño a que él también la ignore. Sin embargo, las inconsistencias intencionales (cuando le avisas de antemano a tu niño que has optado por hacer una excepción) pueden fortalecer una norma. Por ejemplo: "Como este fin de semana vas a estar con los abuelitos, no tienes que recoger tu habitación hasta que regreses".

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