estrategias para convivir sanamente con el estresEl estrés es una respuesta natural del organismo ante la percepción subjetiva de que existe una situación que excede nuestros recursos y que por lo tanto, supone un peligro para nuestro bienestar personal.

¿En qué consiste la respuesta de estrés?

En un primer momento, nuestro organismo se alarma (“se estresa”) activando rápidamente todos sus recursos fisiológicos y psicológicos para tratar de abordar con éxito este “evento peligroso”. ¿Cómo se alarma nuestro organismo?

A nivel fisiológico, se produce un incremento de los niveles de catecolaminas y una activación del sistema nervioso neurovegetativo (aumento de la tasa cardiaca, tensión muscular…) para incrementar la rapidez de nuestros reflejos y aportarnos mayor fortaleza y resistencia física.
A nivel psíquico, se produce un estado de alerta o hipervigilancia que nos permite estar muy atentos a todo lo que ocurre a nuestro alrededor.
A nivel emocional, sentimos miedo. El miedo es una emoción universal que cumple la función básica de supervivencia.

Estrategias para convivir sanamente con el estrés

  • Construye una vida que merezca la pena vivir. “Sé tú mismo y no permitas que los formalismos o las expectativas de los demás, encorseten tu autenticidad”.
    Trata de aceptarte tal y como eres. Asume tus limitaciones y errores.
  • Realiza diariamente actividades que te evadan del estrés y aumenten tu sensación de disfrute (dar un paseo, nadar, cultivar un huerto, bailar, leer un libro, tomar una buena comida, ir a una exposición…).
  • Cuida a tus amistades y a la gente que quieres. Como dice el refrán: “las alegrías compartidas son el doble de alegrías y las penas compartidas la mitad de penas”.
  • Vive el presente en cada momento. No te anticipes al mañana, ni te atormentes con el pasado: “este momento es único e irrepetible. ¡Vívelo!, ¡siéntelo!”.
  • Cuando estés muy cansado y no tengas tiempo para parar, recuerda: “¡este es el momento de darte un respiro!”.
  • Aprende a ser tu mejor amigo: “cuídate y premia tu esfuerzo”, “abrázate cuando estés dolido” y “háblate con cariño cuando nadie más lo haga”.
  • Cultiva tu sentido del humor: “toma perspectiva y relativiza tus problemas”.
  • Pide ayuda cuando lo necesites: “los superhombres y las supermujeres no pertenecen a este mundo”, “a no ser, que tú seas una especie en extinción”. Si este es el caso contacta con nosotros.
  • Aprende a delegar y a decir no.
  • Organízate y estructura el día a día dando prioridad a lo importante:”utiliza tus recursos de una manera efectiva”.
  • Recuerda que tienes derecho a equivocarte y a cambiar de opinión.
  • Sé exquisito con tu alimentación y horario de sueño. Haz deporte con asiduidad.
  • Acude al especialista si estás enfermo y no abuses de las drogas.

Todas estas estrategias nos protegen del estrés ya que tonifican y relajan nuestro sistema nervioso, armonizan nuestras catecolaminas y favorecen la producción de endorfinas (opiáceos endógenos implicados en la sensación de bienestar, que poseen efecto analgésico y mejoran nuestro sistema inmunitario).

http://www. zonahospitalaria.com